Tweets

Sábado, 09 de Abril de 2011 12:43

Tres Lagos es un pueblo santacruceño ubicado junto al Río Shehuén o Chalía, vecino de  El Calafate, y de El Chaltén. Ahí estuve viviendo a mediados de la década del ’60. Había un centenar de habitantes; todo estaba lejos en esos años de caminos de ripio.

El Chaltén sería fundado recién veinte años más tarde; no había puente sobre el Río de las Vueltas y el Río Leona y el Río Santa Cruz, en plena ruta 40, se cruzaban en balsa. No había teléfono en ninguna de sus formas y la radio policial creada por el Gobernador Gregores era el único vínculo rápido con el resto de la provincia.

Fue una época de lecturas, de descubrimientos: en una sola noche, sentado junto a una cocina de hierro alimentada a leña, me leí “Todos los hombres son mortales” de Simone de Beauvoir.

La Estafeta Postal cobró una súbita actividad durante mi permanencia allí porque me llegaban diez o doce cartas cada vez que venía el correo desde Piedra Buena. No existía el correo electrónico.

Vivíamos tiempos postales: papel, sobre y estampilla.

Allí me acerqué a la obra Albert Camus (El Extranjero, La Peste); luego de leer “Carnets” –publicado después de la muerte del autor- me quedó la costumbre de llevar, también, cuadernos con anotaciones de diverso tenor: proyectos, observaciones, ideas para un cuento, para un poema. Porque ese libro era un conjunto de pequeños párrafos todos diferentes entre sí. Hasta hoy sigo llevando mis cuadernos manuscritos. “Libreta Petrolera” (1983 y 2ª edición 1984) tiene esa idea en su realización porque es más que un diario y por supuesto mucho menos que “Carnets”.

De alguna manera hago una asociación entre los micro párrafos de mis cuadernos, los apuntes del libro de Camus, y los estados de Facebook y Twitter. Es que se parecen a la distancia; pero aquellos textos breves y literarios se van haciendo cada vez más urgentes, más simples, más cerca de lo vocal que de lo escrito.

A cuarenta años de aquellas lecturas hoy no recibo cartas pero tengo a mano una infinita posibilidad de comunicarme: llamar a las emisoras, graffitis, Facebook, YouTube, Twitter. Las notas de los diarios tienen una especie de llamada al final donde dice: seguinos en twitter. Se puede tener un Blog. Se pueden usar todos los servidores de correo electrónico desde los más conocidos hasta los más exóticos.

Yahoo, Hotmail y Gmail tienen también Messenger además de correo electrónico. Los smart phones, (BlackBerry, IPhone y otros) tienen un sistema gratuito de mensajes entre ellos.

Pero creo que lo último es Twitter (algo así como un microblog): podemos tener una gran cantidad de seguidores que recibirán nuestros tweets al instante (ver link) es decir, una serie de micromensajes en tiempo real (decir lo primero que se nos ocurra sin anestesia). La palabraTweet proviene del sonido que emiten los pájaros. Es decir, significa piar, gorjear. El diccionario español dice que piar es “llamar, clamar con anhelo, deseo e insistencia por algo”. Los humanos, entonces conversamos o publicamos en nuestro estado de Twitter.

En mi cuaderno número uno, entre citas de diversos escritores encuentro  lo que podría ser mi primer tweet o estado en Facebook (1965) pero en ese momento era una anotación; y quedó allí desde ese entonces.

Con un pie en la patagonia rural y con el otro en las nuevas tecnologías escribo en Facebook (donde tengo más de 600 amigos). Lo sigo haciendo como si fuera mi cuaderno; y creo que son textos no compatibles con twitter. Aquí van dos textos que subí a Facebook en estos días:

1. Nací (es cierto) un 24 de marzo en un lugar cuyo nombre no existe (Lago Buenos Aires, provincia de Zona Militar de Comodoro Rivadavia). Pero fue muchos años antes del Día Nacional de la Memoria.

2. Ruta 3 al Sur (en colectivo). Quise contar las cruces del camino pero me quedé dormido siguiendo la sombra veloz del colectivo (que cruzaba el alambre y resbalaba -mancha- sobre la mata negra). Es que el sol en el ocaso hace las sombras largas, y al pasto lo amarilla.
Quise contar los guanacos de la orilla del camino pero perdí la cuenta porque son muy bellos (a pesar de que ahora tienen el pelo opaco ya cerca del invierno). Me distrajo la millonaria sucesión de varillas, la sucesión de postes, el hexagrama del alambre, la cantidad de fusas (la misma melodía).
Alambrada de cuerdas (de primas y bordonas) quieta en el estuche, mi guitarra dormía.

Es decir, no puedo escribir sin la anestesia del arte de escribir.

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/camus.htm

http://myspace.wihe.net/que-es-un-tweet/

http://es.wikipedia.org/wiki/Twitter

Fuente: http://www.vocesyapuntes.com/index.php?option=com_content&view=article&id=11540:tweets&catid=20:hector-qgatoq-osses